Motociclistas usan parque como estacionamiento; piden intervención de tránsito en Agua Dulce

Lo que debería ser un espacio para el esparcimiento familiar se ha convertido, con el paso de los días, en un improvisado estacionamiento para motocicletas. Ciudadanos que acuden al Parque Libertad han denunciado que algunas personas —principalmente vendedores y clientes de los puestos de comida que se instalan por las tardes— suben sus motos hasta la misma plazoleta, sin el menor respeto por la función del espacio ni por la seguridad de quienes lo utilizan.

Vecinos y usuarios frecuentes del parque relatan que no solo se estacionan las unidades en las áreas peatonales, sino que algunas incluso son conducidas a toda velocidad sobre el parque, sin importar la presencia de niños, adultos mayores o familias completas que buscan disfrutar de un momento de tranquilidad.

ESTACIONADAS

Uno de los puntos más señalados es el pasillo ubicado entre los puestos de antojitos, donde con frecuencia se observa una fila de motocicletas estacionadas como si se tratara de una vía pública, a pesar de ser una zona peatonal y recreativa.

"Un día va a pasar una tragedia. Los niños corren, la gente se distrae, y de repente pasa uno con su moto como si estuviera en la calle. No puede ser que esto se normalice", expresó doña Lupita, madre de familia que acude todas las tardes al parque con sus hijos.

AUTORIDADES

Ante esta problemática, los ciudadanos han hecho un llamado urgente a las autoridades locales y estatales. Piden que el Ayuntamiento, en su calidad de administrador del parque, actúe de inmediato para restringir el acceso vehicular y que Tránsito del Estado aplique las sanciones correspondientes conforme al reglamento vial, ya que se trata de faltas claras y constantes.

"El parque es un lugar para caminar, para descansar, para convivir. No para que lo usen como cochera. Si esto no se detiene a tiempo, se va a volver costumbre y luego ya nadie lo va a poder corregir", advirtió otro de los denunciantes.

La omisión de las autoridades podría generar un precedente peligroso: que el mal uso del espacio público se convierta en norma, y que quienes lo hacen mal crean que tienen derecho a hacerlo. Por ello, los ciudadanos exigen que se actúe ya, antes de que las consecuencias sean irreversibles.