Habitantes del ejido La Guadalupe denunciaron afectaciones directas a su única fuente de agua tras los trabajos de acceso a un pozo petrolero en el ejido Constitución Mexicana, atribuibles a la empresa Calco.
El movimiento de maquinaria pesada en la zona, así como las labores de acondicionamiento del terreno, habrían obstruido y contaminado el arroyo que abastece a toda la comunidad.
Durante las maniobras de preparación del área conocida como "la pera", se removió una considerable cantidad de tierra y material vegetal sin tomar previsiones mínimas para evitar el arrastre.
Las recientes lluvias acentuaron el problema, generando deslaves que bloquearon el cauce y arrastraron sedimentos al cuerpo de agua, dejándolo inservible para consumo y uso doméstico.
La situación fue expuesta el pasado lunes por representantes comunitarios, quienes exigieron a la empresa una respuesta inmediata.
En el sitio se presentó el ingeniero David Gustavo Córdoba, encargado de la obra, quien se deslindó de cualquier responsabilidad directa y señaló que cualquier decisión debía ser tomada por sus superiores.
Los pobladores advirtieron que el afluente afectado es el único recurso hídrico con el que cuentan y que no existe alternativa cercana para abastecerse; ante la omisión de medidas de mitigación por parte de la empresa, advirtieron que podrían recurrir a instancias ambientales y jurídicas si no se atiende el daño.
Las familias afectadas, muchas de ellas sin recursos para costear agua embotellada, acusan que no se realizó ningún estudio de impacto previo visible ni se informó a la comunidad sobre los riesgos de las obras.
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