Claman un muelle de verdad en el barrio Tepito de Las Choapas

Hasta 20 lanchas por día llegan al improvisado muelle de la colonia Barrio de Tepito, procedentes de comunidades como El Ejido, Francisco Trujillo Rueda, Tembladera, Paso Viejo y otras localidades ribereñas de Tabasco.

La mayoría de estas personas no vienen por paseo, sino por necesidad: el río es su única vía para llegar al principal centro de abasto.

Este punto fluvial se ha convertido en el corazón comercial para decenas de familias que bajan a comprar productos de primera necesidad o a vender mariscos frescos como camarón, mojarra, jaiba y pescado "perfecto" en el mercado local y algunos restaurantes.

Pero lo preocupante es que el llamado "muelle" no es más que un tramo deteriorado sin infraestructura alguna. No hay escalones, ni pasamanos, ni señalización, mucho menos alumbrado. Personas de todas las edades, incluyendo adultos mayores y niños, deben trepar como pueden para llegar a tierra firme, muchas veces resbalando o cayendo al agua.

"El atracadero no tiene ni nombre, mucho menos condiciones dignas. Uno tiene que saltar entre las piedras y las tablas flojas", señala un pescador que llega cada semana desde Paso Viejo. "Esto es comercio puro, diario se mueve gente y mercancía, pero nadie voltea a ver".

Los propios choapenses reconocen que el acceso por río es más rápido y económico que por carretera, sobre todo desde zonas lejanas o sin pavimentar. Por eso, el muelle de Tepito no es solo un punto de paso, sino un nodo económico real y activo que conecta a Las Choapas con su entorno rural y con comunidades de Tabasco.

Vecinos y comerciantes exigen la construcción de un atracadero formal, con acceso seguro y alumbrado. No piden lujos: piden seguridad, dignidad y que se reconozca la importancia de un sitio que lleva años sosteniendo, silenciosamente, la economía de una región olvidada.