La nueva clínica del Centro de Salud urbano permanece cerrada desde hace cinco meses, no por falta de infraestructura, sino por omisión y negligencia institucional.
La Secretaría de Salud de Veracruz (Sesver) concluyó la obra, pero dejó en el abandono los trámites más básicos, ya que no hay contrato de luz, no hay agua potable, y no hay personal asignado.
El inmueble, que implicó una inversión de 13 millones 837 mil 468 pesos del erario público, se mantiene como un ´elefante blanco´; aunque por fuera aparenta estar concluido, no puede operar porque ni siquiera está conectado a la red eléctrica. Se construyó una clínica que no puede usarse, mientras cientos de pacientes son atendidos en un espacio prestado por el Ayuntamiento, en condiciones sanitarias precarias.
La Secretaría de Salud no ha ofrecido una sola explicación sobre el abandono del proyecto, ni tampoco ha informado por qué, a cinco meses de su conclusión, no se han firmado los contratos con los servicios básicos.
Tampoco se ha informado sobre la fecha de entrega-recepción del edificio ni sobre la asignación de médicos y personal operativo; el contrato de licitación establecía que los trabajos iniciarían el 22 de diciembre de 2023 y concluirían el 18 de junio de 2024, sin embargo, la obra arrancó hasta febrero y fue finalizada en diciembre, sin justificación oficial por el desfase.
Aunque se entregó físicamente antes de la fecha límite, se omitieron por completo las gestiones necesarias para ponerla en operación.
La omisión no es solo administrativa, es una forma de abandono en una zona con alta incidencia de enfermedades respiratorias, gastrointestinales y crónicas, dejar cerrada una clínica nueva por falta de gestión básica es una muestra de ineficiencia pública.
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