La acumulación de arena en el río Tonalá, a la altura de la colonia El Muelle, se ha vuelto cada vez más notoria conforme pasan los meses, generando preocupación entre los habitantes de la zona, principalmente pescadores, quienes ya resienten las dificultades para navegar en sus embarcaciones.
Aunque el nivel del agua ha aumentado momentáneamente debido a los movimientos naturales de las mareas, el crecimiento del absorbe —como se le conoce localmente a esta formación de tierra acumulada— continúa avanzando de forma significativa. Actualmente, la masa de arena y sedimento abarca casi la mitad del cauce en ese tramo del río, extendiéndose cada día más.
De acuerdo con testimonios recabados en la zona, la arena proviene del arroyo Agua Dulce, cuya desembocadura se encuentra unos metros río arriba. Las corrientes arrastran este material, que termina acumulándose en un solo costado del río debido a la fuerza del flujo, formando una capa firme de tierra recubierta de lama, sobre la que incluso puede caminarse sin dificultad.
Los pescadores han tenido que adaptar sus prácticas: fondean sus canoas y lanchas a media corriente, sujetándolas a postes y luego caminando sobre esta plataforma natural hasta alcanzar la orilla. Aunque la situación no ha paralizado la actividad pesquera, existe la preocupación de que la acumulación continúe creciendo, lo que podría tener consecuencias más graves.
Entre los riesgos señalados se encuentra el posible incremento del nivel del arroyo, que podría afectar viviendas cercanas en temporadas de lluvia intensa, además de la reducción del canal navegable, lo que dificultaría el tránsito de embarcaciones de mayor calado, como lanchas de motor fuera de borda.
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