Casi 40 por ciento de los niños en las escuelas de México registran obesidad

El secretario de Salud, David Kershenobich, reveló cifras preocupantes sobre la salud infantil en México durante la conferencia matutina del gobierno de Claudia Sheinbaum.

Según los datos presentados, 39% de los niños evaluados en escuelas públicas presentan obesidad, mientras que 38% tienen debilidad visual, corrigiendo así una declaración previa que erróneamente indicaba que el 38% padecía diabetes.

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Inicialmente, el secretario de Salud había afirmado que el 38% de los niños sufrían diabetes, lo que generó una fuerte reacción en la opinión pública, sin embargo, horas después, la Secretaría de Salud emitió una aclaración, señalando que el porcentaje correspondía a niños con debilidad visual y no con diabetes.

"El secretario de Salud aclara que el dato correcto indica que el 39% de las y los niños evaluados en escuelas públicas presentan condiciones de sobrepeso y obesidad, mientras que el 38% presenta debilidad visual y no así diabetes, como lo manifestó durante la conferencia de prensa de esta mañana, por lo que ofrece una disculpa por la confusión que esto pudo haber generado".

A pesar de la corrección, la cifra de obesidad sigue siendo alarmante, reflejando un problema de salud pública que afecta a casi 4 de cada 10 niños en el país.

Estrategia contra la comida chatarra

Ante este panorama, el gobierno ha reforzado su estrategia para combatir la obesidad infantil. La presidenta Claudia Sheinbaum anunció una intensificación de la campaña informativa sobre los efectos negativos del consumo de productos altos en azúcar, especialmente en menores.

Esta iniciativa forma parte del programa "Vida Saludable, Vida Feliz", que busca eliminar la venta de comida chatarra en las escuelas y fomentar hábitos alimenticios más saludables.

El secretario de Salud explicó que el consumo excesivo de azúcar genera resistencia a la insulina, lo que contribuye al desarrollo de obesidad y diabetes en la población infantil, además, destacó que el azúcar tiene un efecto adictivo, lo que hace que los niños necesiten consumir cada vez más para satisfacer su organismo.