China sigue mostrando su interés en la promoción de megaproyectos de infraestructura en América Latina como parte de la estrategia económica y geopolítica con la que planea expandir su presencia a nivel global. El país asiático podría asumir un papel fundamental en la consolidación de la iniciativa con la que se pretende construir un tren interoceánico entre Brasil y Perú.
En medio de las imposiciones arancelarias promovidas por el Gobierno de Donald Trump, China busca consolidar apoyos en Latinoamérica por medio de su participación en iniciativas público-privadas. Debido a esto, en los últimos meses, el gigante asiático ha acelerado el diálogo diplomático para la construcción del proyecto ferroviario clave para conectar a América del Sur.
El pasado 14 de noviembre, el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, visitó Lima para la inauguración del megapuerto de Chancay, en el que el país asiático invirtió más de 1300 millones de dólares. Ahora, la finalidad del país oriental es seguir con la construcción de un proyecto ferroviario que conectaría el megapuerto recientemente inaugurado con la terminal marítima de Santos, en Brasil.
"Debemos trabajar juntos para construir, gestionar y operar bien el puerto de Chancay haciendo contribuciones importantes para promover la conectividad entre la región de Sudamérica y China. Esperamos consolidar la cooperación con otros países de la región", señaló Xi Jinping en el discurso de inauguración, con el que reiteró el interés de su país por iniciar nuevos proyectos en América Latina.
El Ministerio de Transportes de Brasil dio a conocer que en los últimos días se han efectuado varias reuniones entre delegaciones de Brasil, China y Perú para evaluar la construcción del proyecto ferroviario. Por el momento, los países sudamericanos siguen evaluando los mecanismos de financiación de la iniciativa, así como sus implicaciones geopolíticas.
Según el Gobierno de Brasil, el megaproyecto de infraestructura permitiría ampliar las relaciones comerciales entre países sudamericanos y, por su magnitud, podría convertirse en una alternativa al Canal de Panamá. De acuerdo a las primeras estimaciones, la construcción de 3 mil 755 kilómetros tendría un costo de entre 10 mil a 15 mil millones de dólares.
El Ministerio de Planificación, presupuesto y Gestión reveló que el Tren Biocéanico iniciaría su recorrido por los estados de Bahía, Goiás, Mato Grosso, Rondônia y Acre. Luego, ingresaría a Bolivia por Puerto Suárez y pasaría por varios municipios fronterizos hasta llegar al puerto de Chancay, reconocido como la primera terminal marítima inteligente y automatizada de Sudamérica.
El secretario Nacional de Transporte Ferroviario del Brasil, Leonardo Ribeiro, detalló que la iniciativa busca que toda la carga producida en el área central del país se transporte por el citado tren hasta el megapuerto peruano. Asimismo, el corredor se podría interconectar con rutas ferroviarias de las regiones incluidas en los trazados previstos.
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