Un grupo de pescadores de Torno Largo, en el municipio de Paraíso, Tabasco, capturaron una colosal cherna de casi 300 kilogramos durante sus labores del día. Esto ocurrió el pasado viernes 23 de mayo. Se requirieron seis personas para tan solo subirlo al bote.
No necesitaron pescar nada más ese día, de acuerdo a lo informado por los medios locales, lo llamaron "topencito" con el rostro sonriente por conseguir un espécimen de este tamaño.
Su envergadura era tal, que se veían las branquias rojas y, en su boca entraba la cabeza de un hombre adulto.
Según algunos noticieros, la derrama de petróleo de hace unas semanas que tuvo lugar justo a las afueras de este poblado pesquero, obligó a los locales a buscar otras áreas más limpias para pescar.
Esta derrama de hidrocarburos, informada desde principios de este mes, fue ocasionada por un ducto de la plataforma Akal-C en la terminal marítima de Dos Bocas de Pemex, afectando casi 20 kilómetros de agua y causando importantes pérdidas económicas a las comunidades de la zona, pero, sobre todo, al municipio de Paraíso quienes viven de lo que pescan.
Los miembros de la comunidad de Nuevo Torno Largo, al moverse a otra área de pesca y con agua más limpia, pudieron encontrar este enorme pez. Los tres hombres que efectuaron esta hazaña expresaron estar satisfechos de que su trabajo haya tenido recompensa, ya que un pez de este tamaño no se obtiene fácilmente y hace que valgan la pena los grandes sacrificios que se hacen día con día.
Pese a ser muy raro encontrar ejemplares de este tamaño en general, para los ciudadanos del estado suele ser común acceder a especies "raras"; por ejemplo, en la comunidad Barra de San Pedro, del municipio de Frontera en Tabasco, es normal comercializar grandes "monstruos marinos", no obstante, los especialistas apuntan a que cada vez hay menos de ellos.
El pez cherna, también conocido como mero guasa, es uno de los que tienen más valor al venderse, ya que cuesta 130 pesos el kilo en el mercado local. Suelen pesar entre 60 y 80 kilos, debido a esto, la comunidad consideró esta captura como una bendición.
Aunque se considera una especie en peligro de extinción y, además está prohibida su pesca en países como Cuba y otras islas del Caribe, en estados del sureste de México, incluyendo Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, hay una temporada de veda fija que va del 1 de febrero al 31 de marzo, permitiendo así su reproducción y equilibrar el ecosistema.
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