Petróleos Mexicanos (Pemex) ha registrado un primer trimestre de 2025 marcado por una drástica reducción en la perforación de pozos y una significativa pérdida económica, lo que refleja los desafíos financieros y operativos que enfrenta la empresa estatal.
Durante los primeros tres meses del año, Pemex concluyó la perforación de 12 pozos de desarrollo y 5 exploratorios, sumando un total de 17 pozos.
Esta cifra representa el nivel más bajo de perforaciones en un trimestre desde 1995, cuando también se registraron 17 pozos. La caída es alarmante si se compara con los 41 pozos perforados en el mismo periodo de 2024 y los 68 pozos de 2020, el punto más alto en el sexenio anterior.
La baja actividad perforatoria coincide con problemas financieros que han afectado el pago a proveedores y contratistas, lo que ha generado retrasos en la terminación de pozos y una reducción en la producción de hidrocarburos líquidos en un 11.3%, equivalente a 200,000 barriles diarios menos.
Pemex reportó una pérdida neta de 43,329 millones de pesos en el primer trimestre de 2025. Esta cifra contrasta con las ganancias de 4,682 millones de pesos obtenidas en el mismo periodo de 2024.
La empresa atribuye este resultado a una caída del 2.5% en las ventas totales, que alcanzaron 395,590 millones de pesos, además de factores como la volatilidad global y la variación del tipo de cambio, que generó una pérdida de 15,000 millones de pesos.
Además, la producción de crudo de Pemex cayó un 11.3%, situándose en 1.61 millones de barriles diarios, mientras que la producción de gas natural disminuyó un 7.7%, alcanzando 4,408 millones de pies cúbicos diarios.
Cabe mencionar que la deuda financiera neta de la empresa también aumentó un 0.4%, alcanzando los 93,363 millones de dólares.
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