Dijimos ayer

En colaboraciones pasadas dije que transformar un país tan disímbolo como el nuestro, no era tarea fácil. Girar 180 grados un trasatlántico requiere tiempo, espacio, y conocimientos y lo compare con un cambio en la iglesia católica. En esa tesitura el camino de López Obrador no iba a ser fácil ni tampoco rápido. No nos engañemos, al PRI no le ganaron, perdió solo. Las conductas erradas, el abuso de sus líderes, la corrupción en su mayor expresión y la deshonestidad descarada de sus gobernantes trajeron el voto de castigo que se convirtió en el triunfo avasallador de Morena.

Antes de estas elecciones escribí algo que creo se intituló Voto Diferenciado y en el sugería al potencial elector, que diferenciara su voto, ya que no todos los que figuraban en las boletas de Morena eran mejor selección que los demás participantes y que no necesariamente el hecho de figurar como candidato de Morena, lo hacía mejor candidato. Desgraciadamente el elector no diferenció, no me equivoqué y llegaron al poder muchos individuos que no tenían ni la más mínima idea de lo que es gobernar y mucho menos contaban, como afirmaba mi querido maestro Maldonado, con la emoción social de servir y quizás hoy pudiera agregar que muchos de ellos llegaron a servirse. El efecto de la votación en favor del hoy Presidente llevo al triunfo a muchos de estos individuos. Existen excepciones claro, pero son contadas.

Dije así mismo que tras 18 años de lucha y de ser objeto de traiciones, fraudes electorales y guerra sucia tenían que haber minado al hoy Presidente y que en su momento, como todo ser humano sacaría la uñas para cobrarse las afrentas o para prolongar su estadía en el poder. Sí amigo lector, el poder enloquece y llegas a creer que solo tus ideas realizaran tus utopías, que se convertirán en programas y que sacaran el país adelante. De igual manera sostuve que definitivamente el Congreso de la Unión debería ser integrado por personajes pensantes y que fuesen, lo que quiso el Legislador constituyente, un contrapeso del Poder Ejecutivo.

Estas palabras obtuvieron de mi querido maestro don José Pablo Robles un comentario sarcástico que no refuté porque, así como a mí se me permitía en su propia tribuna ejercer mi derecho de expresión, ese mismo derecho me obligaba a respetar la opinión de otros. 

A dos meses de las selecciones intermedias debo expresar que mis vaticinios fueron correctos y de continuar en este camino este país podría sufrir una grave transgresión a su incipiente democracia. 

Debe recordársele al señor Presidente de la Republica que el artículo 49 de la Constitución que nos rige, establece la división de poderes y ordena: “El Supremo Poder de la Federación se divide, para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. No podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola persona o corporación.” Que tales poderes son independientes y de igual jerarquía. Es decir, no es legal ni muchos menos benéfico para el país que el Ejecutivo de la unión, ejerza o intervenga en las áreas que no son de su competencia y que la trasgresión a estos principios resultará a la corta o a la larga en una lacra en su historial político.

Por ello cabe preguntarle al señor Presidente ¿A cuenta de que se va a modificar la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación para que el presidente de la Suprema Corte de Justicia prorrogue el término de su presidencia? ¿Por qué para poseer y usar un teléfono celular debo proporcionar información privilegiada para mi persona y que obviamente usada con mala fe pueden producirme graves daños económicos? ¿A qué obedece ese ataque sistemá-tico contra el OPLE? ¿Por qué los órganos de control de las elecciones permiten la descarada y cínica propaganda en favor de los candidatos de Morena hablando de la 4TA. Transformación y pedir el voto “por ya sabes quién” nos favorece? No se necesita ser politólogo para ver el trasfondo de esta publicidad que solo busca, como sucedió en las últimas elecciones, el “efecto López Obrador” se repita y que Morena vaya como lo hacía el PRI “en carro completo”. Eso le convendrá al Presidente, no al país.

Declarar hoy que ya no importaremos gasolina cuando el 80 por ciento de la que se consume en México y el resto la compramos, resulta en la realidad una falacia. En este país solo dos refinerías transforman el petróleo crudo en gasolina. Una está tronada, otra está produciendo a su total capacidad y las otras solo existen en la imaginación de López Obrador. Por favor esas declaraciones triunfalistas solo las creen los miles de fanáticos que aún creen en sus fantasías. Bien dice Catón un voto en favor de Morena es un voto contra México. 

Créeme amigo lector que estas palabras no pretenden una crítica sistemática a una forma de gobierno. En muchos aspectos la apruebo y aplaudo. Creo firmemente que el señor Presidente de la Republica tiene la firma intención de sacar el pueblo de México del marasmo, de su pobreza e ignorancia y castigar a quienes han saqueado al país. También Luis Echeverría lo pretendió y lo único que hizo fue romper un sistema que había logrado 12 años de estabilidad económica y produjo la peor devaluación de la historia. Dije hace años y hoy sostengo, seis años son muy poco tiempo para lograrlo y si él no lo entiende y pretende, como lo haría cualquier otro ser humano prolongar su estadía como presidente, estaría cavando su propia tumba política. Ojalá y me equivoque.