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Corredor Interoceánico: Transporte de mercancías satura importante carretera, ¡urgen vías alternas!
La propuesta del CCE destaca la importancia de anticiparse a los desafíos que implica el pleno funcionamiento del Corredor Interoceánico
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La creciente actividad del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec ha generado una presión significativa sobre la infraestructura vial de Veracruz, especialmente en la autopista Veracruz–Puebla, que ya muestra signos de saturación debido al incremento en el transporte de mercancías.
Ante esta situación, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de la zona Córdoba-Orizaba ha hecho un llamado urgente para la creación de rutas carreteras alternas que alivien la carga actual y futura del tráfico pesado.
Luis Cruz Montesinos, presidente del CCE en la región, advirtió que la infraestructura existente no está preparada para soportar el aumento proyectado en el tránsito de carga pesada derivado del Corredor Interoceánico.
Señaló que actualmente, el tráfico relacionado con este corredor representa menos del 5% de su capacidad total, y ya está generando problemas significativos en las vías principales.
Como ejemplo, mencionó los recientes derrumbes en la zona de Paso del Macho y las afectaciones prolongadas en tramos como La Esperanza, que han evidenciado la fragilidad de la red vial ante contingencias.
El líder empresarial enfatizó la necesidad de una solución integral, más allá de libramientos aislados, que responda a las demandas logísticas del puerto de Veracruz y la región.
En este sentido, el CCE está solicitando a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes la realización de un estudio técnico que respalde la creación de un cuerpo carretero alterno.
Este proyecto no busca beneficios particulares, sino atender un problema nacional de movilidad que afecta a ciudadanos, transportistas y al desarrollo económico del país.
La propuesta del CCE destaca la importancia de anticiparse a los desafíos que implica el pleno funcionamiento del Corredor Interoceánico. Con una visión a largo plazo, se busca garantizar que la infraestructura vial esté preparada para soportar el incremento en el transporte de mercancías, evitando colapsos que puedan afectar la economía regional y nacional.
En conclusión, la saturación de la autopista Veracruz–Puebla es un llamado de atención sobre la necesidad de modernizar y ampliar la infraestructura carretera en Veracruz. La implementación de rutas alternas es esencial para asegurar la eficiencia del Corredor Interoceánico y el desarrollo sostenible de la región.
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